En el choque murieron dos jóvenes de 19 años que volvían de Pinamar. La familia de una de ellas denunció que la conductora superó el límite de velocidad y fue la responsable del vuelco.
El choque ocurrió el 1° de agosto del año pasado en la ruta 56. Un grupo de cuatro amigas que volvían de Pinamar volcaron y dos de ellas murieron. A seis meses de la tragedia la familia de una las víctimas pide que avance una investigación que está frenada. Y quieren esclarecer qué pasó.
En el auto viajaban Melina Adorno (20) y Mara Vazquez (19), que sufrieron heridas que les provocaron la muerte. El Peugeot 208 blanco era de Catalina Vaccarezza (19), que manejaba si se salvó junto con Luna Valerga (20).
La causa judicial está en manos de la Fiscalía 8 de General Madariaga, a cargo de Walter Mercuri. Está calificada como “doble homicidio culposo agravado”. La única imputada Vaccarezza, pero nunca fue indagada y las familias de las víctimas sostienen que pudo haber sido la responsable de la tragedia.
Elizabeth Sánchez, mamá de Mara, le contó a Clarín que hace diez días recibieron los resultados de las pericias.
“Tanto la parte oficial como la nuestra coinciden en el exceso de velocidad. Nuestro perito detalló que el auto iba a 143,82 kilómetros por hora, mientras que el otro dice que circulaba a 139,50, cuando el máximo era 120”, dijo la mujer.
Según el informe, Vacarezza “mordió la banquina en una recta y eso provocó el vuelco”. Además, las familias de las víctimas sostienen que la conductora, según la foto que les mandó Mara cuando llegaban a Pinamar, “solía utilizar el celular mientras estaba al volante”.
“Además, los peritos pusieron en el documento que en el momento del vuelco el cable del celular estaba enchufado. En la imagen que nos pasó mi hija en la ida, la conductora iba con una mano en el volante y con la otra escribiendo en el teléfono”, denunció Sánchez.
De acuerdo con el relato de la mamá de Mara, Vaccarezza logró salir pronto del Hospital Maipú de Madariaga. “Se fue de ahí con su licencia en la cartera y a los diez días la vimos manejando un auto”, denunció.
La mujer se preguntó “porqué se le devuelve el registro luego de este hecho. Hace un mes, amigas de Maru vieron en las redes que publicó una selfie en plena avenida Rivadavia, en Ramos Mejía, conduciendo su auto nuevo”, agregó.
En cuanto a la causa, Elizabeth manifestó que, pese a que tiene el resultado de las pericias, “desde agosto del año pasado el fiscal no llama a las familias”.
Clarín consultó al fiscal Mercuri al respecto. El funcionario aseguró que indagará a Vaccarezza “los primeros días de marzo”.
“No se puede determinar porqué motivo en un momento el auto derrapa, se va a la banquina central entre ambas manos, comienza a volcar y termina en la banquina de mano contraria”, le dijo a Clarín.
Una historia de amistad y un hecho trágico
Las cuatro amigas compartían una amistad de años que comenzó en la escuela secundaria. Como se acercaba el receso invernal, todas planearon un viaje de descanso a Pinamar. Catalina decidió llevar adelante el viaje con el auto que recibió de regalo para sus 18 años.
Ese mediodía, en la ruta 56, a la altura del kilómetro 35 y cerca del puente Las Rosas, entre las localidades de Madariaga y General Conesa, Melina y Mara iban del lado derecho del habitáculo (una adelante y otra atrás). Mientras que Catalina -que manejaba- y Luna Valerga iban del izquierdo.
Según fuentes de la investigación, hay un dato llamativo en el caso. Es el hecho de que las ocupantes del lado izquierdo sufrieron heridas leves, mientras que las de la derecha hayan fallecido en el acto por la violencia del golpe.
Para el fiscal, es un indicio de que probablemente el habitáculo se haya deformado y que en el vuelco el golpe más fuerte haya sido del lado derecho.
La familia de Mara supo canalizar su dolor en una cuenta de instagram @justiciapormaru. También lograron reconstruirse desde la tragedia y convertir el dolor en el reclamo de justicia. “Esto es un completo desastre, porque siempre tienen más derechos los imputados que las familias de las víctimas”, dijo Sánchez.
En el perfil de la red social hacen circular una petición para que “quien mata al volante no pueda acceder nunca más a un registro de conducir”.
“Hoy yo puedo tener una voz, pero hay muchas Maru, Melis y familias destruidas porque las leyes viales son un verdadero desastre. Nos revictimizan todo el tiempo y los imputados tienen más derechos que quienes ya están muertos. Mi último suspiro va a ser con mi hija en la mente, pensando en cómo una inconsciente me la mató a los 19 años”, sentenció la mamá.
Fuente: diariolarepublica