brero había caído a un pozo de 18 metros de profundidad mientras realizaba mantenimiento en un colegio del barrio Nueva Pompeya. Cuando los efectivos llegaron, pudieron socorrer al hombre y lo que parecía un hecho grave terminó con final feliz, sin heridos.
Pero con un dato no menor e insólito fue cuando se enteraron que el accidente fue por la pérdida de un celular.
Ezequiel contó a 0223 que el celular se le había caído a un pozo, mientras realizaba trabajos en la Escuela Nueva Pompeya, de Maipú 4020.
Después fue a buscarlo, descendió con una soga para recuperar el teléfono pero luego no pudo subir porque no alcanzaba la soga.
“Ayer se me había caído y hoy lo fui a buscar, porque tengo todo lo que me manejo con el trabajo, cuentas, tengo todo ahí. Nosotros hacemos mantenimiento de los techos”, contó a 0223, Ezequiel. (Fuente: 0223)