Una masiva manifestación de trabajadores de la educación se realizó este viernes a la mañana en la localidad de Necochea en repudio a la salvaje golpiza que recibió una docente de la escuela secundaria Nº 7 dentro del establecimiento educativo en el que trabaja. La movilización se dio en el marco de un paro –al que incluso se sumaron algunas escuelas privadas– que llevó a la suspensión de las clases en todos los niveles.
Los gremios docentes, ATE y la CGT, además de autoconvocados, se juntaron en el Paseo de la Memoria y después llegaron hasta las puertas del ex colegio Comercial, donde esperaban las autoridades educativas. Allí entregaron un petitorio para reclamar más seguridad. Y luego, los docentes que hoy realizaron un paro de actividades en la ciudad recorrieron las calles del centro donde cosecharon el apoyo de la comunidad.
Según denunció la docente Morotí Arocena, la madre y el hermano de una de sus alumnas de 5º año la golpearon brutalmente porque la reprobó por 3ª vez en un examen de la materia “Política” y no le permitió pasar de año, según informó la Agencia DIB.
La situación despertó la furia de los familiares, quienes ingresaron a la escuela para increpar a la profesora. En ese momento, entre la madre y el hermano, le arrojaron una botella de agua, la tiraron al piso, la golpearon y patearon en reiteradas ocasiones, hasta que finalmente un grupo de alumnos que observó la situación, intervino y evitó que la situación todavía fuera más grave.
En una entrevista con TN reproducida por el portal Cuatro Vientos, la docente atacada contó que “estoy conmovida y procesando todo lo que pasó. Basta de violencia en la escuelas. A partir de lo que me pasó a mí aparecieron muchos relatos de docentes que les pasó lo mismo. Es mi responsabilidad que un chico aprenda, no que apruebe”, dijo Arocena, quien reveló la insólita excusa que esgrimió la familia para que aprobara a la menor. “Cómo no iba a 6º año si ya tenía la campera comprada”, le dijeron los familiares, según sostuvo la víctima.
La profesora contó que era la tercera instancia en que la estudiante tenía la chance de aprobar la materia. “No se había presentado en otras oportunidades. (…) En el escrito le va mal. Todo Cuando llegué a la escuela veo a la familia. Le digo a la preceptora que pusiéramos guardia. Todo el tiempo la familia estuvo presente durante el examen. Cuando la chica no avanzaba en la prueba, pasamos a una mesa de examen oral, pero no respondía”, añadió.
Arocena dijo que el mismo director de la escuela dio fe de que se le dieron las oportunidades. Después vino la violencia. “Cuando se notifica a la alumna, empieza a decirme que no le haga eso. Cuando salgo a buscar a mis cosas, un menor me pregunta si su hermana accedió a 6º año y cuando me quiero retirar, se pone frente a mí y me arroja una botella llena de agua en la frente”, relató.
Luego, apareció la madre de la alumna reprobada. “Me tiran al piso de un empujón y en el suelo me empiezan a pegar patadas en las piernas. Yo no pude ver porque me puse el brazo en la cara”, señaló la docente, quien deslizó había una tercera persona entre los agresores. “Yo no me podía defender porque soy docente en mi lugar en mi trabajo”, reflexionó.
“Llegaron a mi ayuda mis ex alumnos que estaban en una clase. Me la sacan de encima porque no paraba, me tenían como un perro en el piso. Me rasguñaron toda la cabeza, en el cuero cabelludo me clavaron las uñas. Mis ex alumnos, a los cuales les agradezco de corazón, me salvaron, me sacaron a los agresores de encima, me contuvieron y me dieron todo su amor”, dijo.
En ese momento, la escuela puso en práctica el protocolo. Llamaron al 911, a la ambulancia y ella misma avisó a SUTEBA, su sindicato. “Mis compañeros vinieron a ayudarme y me acompañaron a hacer la denuncia. Por ahora hay una orden de restricción pero no están demorados”, explicó en alusión a los agresores. La profesora destacó la solidaridad de todo el gremio y de la sociedad necochense en general. (Fuente: Entrelíneas)