Ocurrió en Corrientes. Habían acordado el pago de 10.000 pesos, pero el delincuente elevó el monto a 15.000 y terminó asesinado.
Un joven fue condenado a 10 años y 8 meses de prisión por haber matado de un balazo a un ladrón con el que negociaba la devolución de la moto que le había robado unos días antes, en Corrientes.
Los jueces del Tribunal Oral Penal 2 de Corrientes dispusieron que el hombre recupere la libertad hasta que la sentencia quede firme.
El fallo recayó sobre Ramón Rodríguez, un joven que se dedicaba a la venta de hamburguesas en un carrito que tenía instalado en el barrio Pirayui de la capital provincial.
El 2 de octubre de 2020, Rodríguez denunció que le robaron su moto, una Honda Wave que había estacionado junto a su puesto de venta, sobre la calle Obregón. Y le dijo a la Policía que algunas personas habían señalado a Alexander Báez (22) como el autor.
Como la víctima conocía al sospechoso -tenía un frondoso prontuario por robos y hurtos-, decidió que intentaría recuperar el vehículo por sus propios medios. Es por eso que se contactó telefónicamente con el joven y le pidió la devolución de la Honda.
En esa charla, Báez le habría pedido a Rodríguez el pago de 10.000 pesos para poder recuperar su moto. Después de algunas discusiones, el hamburguesero aceptó el trato y acordó que el sábado 3 de octubre iría con el dinero a buscar el vehículo.
A media tarde, llegó hasta la propiedad de Alexander en otro moto, mientras que dos amigos que lo habían acompañado quedaron dentro de un vehiculo, a una distancia prudencial de la casa del acusado.
De acuerdo con la reconstrucción que se pudo hacer, apenas estuvo cara a cara con Rodríguez, el delincuente elevó a 15.000 pesos el monto a pagar por la moto. Fue entonces que se produjo una fuerte discusión que derivó en una pelea.
En el lugar se escucharon cinco detonaciones y Báez cayó muerto de un balazo en el pecho. Sus familiares intentaron retener a Rodríguez, pero éste pudo escapar, dejando en el lugar la moto en la que había llegado. En el lugar también se secuestró un revólver calibre 22 con cinco vainas vacías.
El autor de los disparos fue detenido pocas horas después en la casa de una tía, en el barrio Ponce. Desde la defensa aprovecharon la ausencia de una pericia que detectara la presencia de rastros de pólvora en las manos de Rodríguez y abonaron la hipótesis de que Báez había sido herido por sus propios familiares en medio de la pelea.
Rodríguez llegó al juicio oral con prisión preventiva, pero los jueces del Tribunal decidieron otorgarle la libertad hasta que la sentencia quede firme. Desde la defensa adelantaron que recurrirán el fallo en Casación apenas se conozcan los fundamentos de los magistrados.
(Fuente: https://www.entrelineas.info/)