“No seamos estúpidos”: el enojo de un intendente con los vecinos de su ciudad

Miguel Lunghi, de Tandil, cuestionó la falta de apego a las medidas sanitarias y aseguró que “no me va a temblar el pulso” para tomar medidas más restrictivas.

Luego de decretar el pase de la ciudad al “semáforo rojo”, el intendente de Tandil, Miguel Lunghi, se mostró muy enojado con los vecinos del distrito por el aumento de casos y apeló a la responsabilidad individual con un fuerte mensaje.

“¿Qué les cuesta ponerse un barbijo y mantener distancia? ¡No seamos estúpidos!”, dijo el alcalde al confirmar el cambio de fase de su distrito ante la suba de casos. “Tandil es un pueblo bueno pero pido que reaccione. No hay vacunas ni remedio, ni se ha hecho nada mal. No es una cuestión de fases o semáforo. El problema es la responsabilidad individual”, aseguró Lunghi.

En ese marco, advirtió que “tenemos que disminuir la circulación viral. Hay que salir a trabajar con todos los protocolos y volver rápido a casa; salir de recreación y volver rápido a casa. Si no, tendremos problemas serios”.

El jefe comunal, quien enfrentó a la Provincia cuando quiso aprobar más aperturas que las que se le permitían al distrito, amenazó ahora con cerrar las actividades: “No me va a temblar el pulso, pero vamos a entrar en un conflicto social. La gente no tiene plata para llegar a fin de mes. Además, no hay cantidad suficiente de inspectores y de policías”, sostuvo.

“No es cuestión de plata, es cuestión de responsabilidad civil. Si se juntan en forma clandestina, tiran por la borda el esfuerzo de todos y ese esfuerzo debe ser valorado. Tandil es un pueblo bueno pero pido que reaccione”, dijo, cada vez más enojado. (DIB)