Es viernesal mediodía, y en la puerta de la Municipalidad hay una mujer con un megáfono llamando la atención. Un pasacalle colocado en la esquina dice “Justicia por Fausto.”
Ella, la mujer, es Carina Zabala. Una docente que desde hace 8 meses reclama por justicia por su hijo, que perdió la vida al caer de un edificio en construcción. Edificio en el que trabajaba.
Cuenta que “esto del sirenazo empezó el viernes pasado, que fue cuando se cumplieron ocho meses. Fausto falleció un 12 de agosto y la idea es este plan de lucha para que el municipio controle las obras en construcción. Porque lo que pasó con mi hijo fue a consecuencia de la falta de cumplimiento del protocolo de seguridad en trabajos en altura. Esa empresa constructora no cumplió ni sigue cumpliendo con las medidas de seguridad, y de hecho uno pasa por las obras y ve a los trabajadores sin cascos, sin arneses cuando están trabajando a más de tres pisos…”
“Por eso estoy acá, para que la gente de Pinamar sepa que en ese edificio no hubo un trabajador que se cayó sino Fausto Maldonado, de 19 años, que cayó porque la empresa no le proveyó las medidas de seguridad pertinentes para trabajos en altura. Y desde ahí para abajo, porque hay inspectores de fiscalización municipal que no hacen el trabajo que corresponde. Por eso es mi lucha, porque no quiero más Faustos en Pinamar.” (Fuente: El Mensajero de la Costa – Sergio Michnowicz)