En las últimas dos o tres semanas, se produjo un rebrote de casos de covid-19 en General Paz, y una inmensa cantidad de consultas diarias por el mismo tema. A lo cual deben sumarse las atenciones regulares que se realizan en el Hospital Campomar, generando un desgaste físico y emocional en el personal de salud que vienen hace casi 200 días trabajando de manera incesante, y bajo niveles permanentes de stress.
Desde distintos niveles gubernamentales, políticos, sanitarios y educativos, se explica la importancia de mantener el aislamiento social, evitar reuniones, compartir mate; así como también el uso correcto del tapabocas y el frecuente lavado de manos, entre otros consejos; que parecen ser obviados por una gran cantidad de ciudadanos que no solo descreen de la virulencia de la enfermedad, sino que ponen en riesgo sus vidas y la de los demás rompiendo con todos los protocolos establecidos.
En tal sentido, es importante remarcar, que el personal de salud es uno de los primeros en sufrir las consecuencias de los actos de irresponsabilidad, padeciendo guardias de 24 horas, o semanas de trabajo sin descanso para cuidar el bienestar de sus vecinos.
Actualmente, en el Hospital Campomar hay una significativa reducción del personal, tanto médico, como enfermeros, y de otras áreas, debido a casos positivos o aislamiento por contacto estrecho, por lo cual las autoridades del nosocomio se vieron obligadas a realizar una reestructuración del sistema que venían utilizando, y recurrir a los recursos humanos disponibles. En tal sentido, enfermeras que se encontraban en áreas sociales, oficinas, o vacunación por citar algunos ejemplos, debieron sumarse a las guardias; así como también profesionales de Chascomús están completando los planteles imprescindibles para afrontar las necesidades básicas del Hospital.
A riesgo de caer en frases que se vienen expresando cada vez con más fuerza a nivel país, es fundamental saber que al día de hoy, la única limitación que existe es el recurso humano.
Desde el día cero, las autoridades municipales se ocuparon por fortalecer el equipamiento del Hospital Campomar, con la incorporación de camas, respiradores y demás elementos indispensables, así como también con la adquisición de una gran cantidad de insumos que diariamente usan los profesionales, pero sin dudas hay algo que no se puede comprar, ni stockear, y ese es el personal, que solo pide solidaridad, empatía, comprensión y responsabilidad para enfrentar juntos esta pandemia. (Multimedio Digital)