Tres meses después de conocer su sentencia, los ocho asesinos de Fernando Báez Sosa tomaron conocimiento que, algunos de ellos, en el mes de agosto serán trasladados a otra unidad penal del interior bonaerense.
A partir de esto se cree que hay una ruptura dentro del grupo y que el pacto de silencio se podría romper en los próximos días.
Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Ciro y Luciano Pertossi permanecerían en la Alcaidía N°3 de Melchor Romero donde en estos momentos se encuentran, en un sector especial alejados de los demás presos para “cuidar su integridad física”.
Sin embargo, otro destino tendrían Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi, sentenciados a 15 años, quienes serían llevados hasta la Unidad N°30 de General Alvear ubicada a casi 300 kilómetros de Zárate, donde residen sus padres
En ese contexto, Graciela, la madre de Fernando Baéz Sosa apuntó contra la decisión de la Justicia luego del pedido que hicieron los padres de los rugbiers para que sean trasladados a una cárcel de Campana.
“Ellos tienen el privilegio de seguir viéndolos a sus hijos. Quiero justicia para mi hijo, y la justicia es que cumplan sus condenas como le corresponde a cualquier preso común”, expresó en declaraciones radiales.