
En la noche de este viernes, en un vivienda ubicada en calle
Carranza e Yrigoyen, se produjo un principio de incendio desatado
por una estufa “garrafera”. Un vecino con un matafuegos, ayudó a
controlar la situación hasta el arribo de bomberos. Además,
intervino personal del servicio de emergencias médicas Sinapsis en
la atención a una mujer descompensada por la situación vivida.
Afortunadamente no pasó a mayores.
RECOMENDACIONES
ESTUFAS A GAS: Lo primero a tener presente es que la conexión del
gas (válvula y mangueras) esté en correcto estado. Si la estufa tiene
un par de años, lo mejor es realizar un service.
Para chequear si la estufa está en correcto estado, debemos
observar el color de la llama. Una llama normal deberá ser azul
con tintes amarillentos y no presentar chispas.
Lo ideal es no mantener encendida la estufa por un largo rato, sino
hasta que el ambiente se haya templado, ya que la combustión
sumada a la poca ventilación, puede resultar inadecuada para el
organismo. En caso de percibir olor a gas, detener su uso
inmediatamente.
Lo recomendable es que su uso se reduzca a espacios amplios y con
buena ventilación, ya que esto evita una concentración de
monóxido de carbono en el ambiente y una fuerte baja de oxigeno,
lo que puede terminar siendo muy tóxico para la salud.
No poner o acercar ropa a las estufas o calefactores porque pueden
generar un incendio de rápida propagación.
Evitar utilizar el horno para calefaccionar ambientes.
Dormir con estufas a combustión encendidas puede provocar gases
nocivos para la salud o mismo un incendio.
No guardar o acercar líquidos inflamables cerca de los artefactos a
gas.
En caso de utilizar calefacciones a llama, se recomienda dejar
abierta alguna ventana para que se ventile el lugar.
El uso de braseros o fuego para calefaccionarse en el interior de las
viviendas genera altas concentraciones de monóxido de carbono,
su uso en el interior de los hogares es altamente peligroso para la
vida de las personas y los animales. No recomiendan utilizarlos.
Sobrecargar sistemas eléctricos con equipos de calefacción puede
provocar un cortocircuito y un posible incendio. Se deben revisar
los consumos de los aparatos electrónicos y chequear las
instalaciones eléctricas de la vivienda para ayudar a prevenir.
La mayoría de los incendios de origen eléctrico se producen por
sobrecarga o aparatos en mal estado.
El mantenimiento de los equipos de calefacción disminuye
considerablemente el riesgo de incendios. Antes de usarlos
debemos revisar el estado en el cual se encuentran, así como
también chimeneas y ductos.
Es importante no dejar nunca elementos que puedan arder, como
por ejemplo manteles, sofás o cortinas, al alcance del fuego.
Los calentadores y/o calderas de gas tienen que pasar la inspección
técnica correspondiente por personal calificado, asegurando así el
correcto funcionamiento.
Si hay olor a gas de alguna estufa o cualquier otro aparato, no se
deben encender ni cerillas ni mecheros. Hay que ventilar la
vivienda y cerrar la llave del gas.
Las velas también pueden ser peligrosas. Nunca hay que dejarlas
encendidas sin supervisión.
(Fuente: Criterio Online)