“Parece como antes”. Con esta frase una camarera de una de las parrillas de la ruta 63, a la altura de Dolores muestra a la vez entusiasmo y alivio. Es que el movimiento de autos hacia la costa atlántica, en el primer día de apertura para turistas, es intenso y continuo. Al inicio de la temporada, se suma el finde extra-large.
Vuelven a pasar micros de larga distancia, con sus aforos reglamentarios. Mientras tanto, los que viajan en auto aprovechan el mediodía para hacer una pausa y comer bajo los árboles. La mayoría elige el aire libre, más que el interior, un poco porque la temperatura lo permite, otro por precaución.
Claudio, otro de los empleados, insiste en el entusiasmo. “Y para la noche va a ser más, porque dicen que está saliendo mucha gente”, anticipa las perspectivas para “cuando la gente salga del trabajo”.
Señala que los de la pandemia han sido meses muy difíciles, pero por suerte, los diez empleados habituales de la parrilla están firmes en sus puestos de trabajo, a la espera de que la temporada los redima de la malaria pasada.
En cuanto a los turistas, “hablan poco, comen y se van rápido”, manteniendo la distancia social y los protocolos acordados. Se van rápido, porque el mar espera. (Fuente Entrelíneas)