
Un vecino de Madariaga fue víctima de una sofisticada estafa a través de mensajes de WhatsApp que le causó una pérdida de casi doscientos cincuenta mil pesos. El hecho quedó al descubierto cuando la víctima, tras realizar las transferencias, contactó directamente al proveedor y éste le confirmó que su cuenta de mensajería había sido vulnerada.
Según relató el damnificado en su denuncia, a la que accedió El Mensajero de la Costa, todo comenzó cuando recibió un mensaje de un número agendado en sus contactos como su proveedor de gas envasado. En el chat, le informaban el monto adeudado por el servicio y, acto seguido, el hombre solicitó el envío de dos garrafas a un domicilio, petición que fue aceptada sin problemas por el estafador.
La situación escaló cuando el sujeto, haciéndose pasar por el vendedor, solicitó un préstamo de $ 147.000, argumentando una necesidad inmediata. La víctima, confiando en la identidad del contacto y considerando que el monto era similar a su deuda, accedió y realizó la transferencia a una cuenta que le fue proporcionada.
Minutos después de enviar el comprobante, el delincuente volvió a escribir, reclamando urgentemente $100.000 adicionales. La víctima, aún sin sospechar, realizó esta segunda transferencia al mismo destinatario.
Fue solo luego de concretar este segundo envío cuando el vecino sintió dudas. Al llamar por teléfono al proveedor real, éste le informó que, efectivamente, su cuenta de WhatsApp había sido «hackeada» desde hacía aproximadamente una hora y que ya había recibido varias llamadas de alerta de otros clientes a quienes también se les estaba pidiendo dinero en su nombre.
La rápida respuesta del verdadero comerciante permitió confirmar la estafa, aunque no evitar la sustracción total de los fondos. El caso fue radicado ante las autoridades, quienes iniciaron una investigación para rastrear las transferencias y dar con los responsables detrás de este modus operandi que se vale de la suplantación de identidad de comercios de confianza. (Fuente: El Mensajero de la Costa)